El incendio en el parque infantil


Aquella vez me encontraba a las afueras, muy cerca al parque infantil y observaba que un grupo de personas estaban quemando la maleza.
Y sin conciencia quemaban muchas plantas; como las flores, los arbustos, los arboles entre otros .Y me dije:

¿A caso, no se dan cuenta que están matando nuestro planeta? ¿Por qué, lo hacen?

Poco a poco, el fuego comenzó a crecer y el calor se me acercaba y los niños corrían  aturdidos juntos a los animalitos que huían del fuego por el debido humo que les afectaba la respiración.

En medio del círculo, otras personas que arrojaban desechos a las sequías, notaron que el parque infantil se incendiaba .Los vehículos que transportaban por el lugar y contaminaban el ambiente con su humo negro, decidieron ayudar a apagar el fuego que cada vez crecía mucho más .Unos sacaban agua de la sequía, otros llamaban a las ambulancias, serenos, bomberos, periodistas, mientras que los curiosos se quedaban asombrados con el gran fuego que nunca había sucedido  en el lugar.

Todos llegaban al lugar, algunos niños y animales lograron escapar, mientras que los demás se quedaron atrapados en el gran fuego .Todo era  una escena terrible, mi mejor amiga la gata “ESCARLATA”  y sus hijitos habían fallecido en el siniestro, me quedaba sola mis otros amiguitos habían desaparecido.

La tristeza me mataba cada vez más, mis lágrimas se caían al ver que el parque  ya no era parque .De pronto el Señor gruñón llamado Rosales  me dijo:

-Margarita, sé que soy gruñón pero nunca me gusto pagar caro los abusos del  humano que todo destruye a conciencia.

Yo le respondí:

 -Señor Rosales, la naturaleza nos encierra, el fuego nos mata y todo arrasa de pasada.

El me respondió:

-Ahora estamos a punto de morir el fuego se nos acerca y nuestro planeta se está acabando, todo estamos explotando .Todos sufren no habrá más parque ya no veremos reír, saltar, a los niños ¿Por qué, porque la vida será así?

Yo le respondí con mis ojitos llenos de lágrimas:

 ¡¡Yo quiero vivir!!

El fuego se acercaba a nuestras hojas. Yo y el señor Rosales nos abrazamos fuertemente, esperando nuestra muerte.

Él dijo:

-Margarita, Margarita

-Despierta estamos vivos

-Señor Rosales

-Estoy viva, estoy viva

La realidad era muy cruel, mi parque había desaparecido, solo me encontraba yo y el señor Rosales en un pequeñito gras verde.

Luego llegaron al lugar, los especialistas sobre el cuidado del medio ambiente, estuvieron revisando cada rincón del parque y de repente me encontraron a mí y al señor Rosales con vida .Y  una especialista reporto a la prensa que habían hallado dos plantitas con vida.

Poco después, el alcalde del lugar comenzó a construir el parque infantil, todo estaba quedando bonito para la fiesta de inauguración.

Las personas se dieron cuenta que estaban matando nuestro planeta y decidieron utilizar bicicletas, focos ahorradores, el reciclaje, sembrar plantas entre otros……

Y así vivieron felices…


AUTORA:  Andrea Rosas Caycho



Los esteros
Una acuarela de colores se extendía sobre el totoral, la exuberancia de ese
mundo mágico lleno de misterios y de la textura de la tierra mojada.
Los Esteros parecían doblegarse ante la llegada de la tropa de grillos, ranas, sapos, tortugas .Numerosas aves, Venado de la Pampa, Lobitos de río, Oso Hormiguero y variedad de peces.
Diego aprovechando que sus padres sacaban fotografías, metió los pies en el agua fresca de la orilla, miraba las mariposas que revoloteaban sobre su cabeza. De pronto un croar llamó su atención, sus ojos se dirigieron hacia dónde le pareció escuchar el sonido, unos huevos grandes entre el pajonal y las achiras llamaron su atención

La señora pata que no se encontraba muy lejos llegó apurada a cuidar la nidada y lo miró con insistencia .De nuevo el croar, de la rana lo distrajo ¡Hola niño! ¿Qué haces? le preguntó la rana con vos de flauta. Diego dio un salto no esperaba escuchar a una rana saludarlo y mucho menos que hablara.

A todo esto la pata que lo había mirado con insistencia con vos ronca le preguntó

-¿Niño cómo te llamas?

-Die…Diego -respondió el pequeño asustado por que no pensaba que los habitantes de ese lugar supieran hablar, solo tú puedes escucharnos dijo el grillo, no queremos más personas pisando el terreno porque hay huevos y vivimos nosotros…

-Está bien! No teman amigos! ¿Los puedo llamar amigos?

-Si respondieron todos juntos

-Te cuento -dijo la rana- que han venido personas hacernos daño, llevarse a nuestros hijos, romper y destruir la flora y encerrarnos animales y aves en una jaula…

-Si -dijo Diego yo tendré en cuenta esto que me dices…Cuidaré de este lugar como si fuera mi jardín!!! 
Fuente de consulta la web: ‘’ Los Esteros del Ibera tienen una gran diversidad de especies, es un mundo mágico sin igual. Sobre la superficie del agua abundan los irupés, camalotes, lirios jacintos de agua. Las especies de palmeras más comunes son Yatay, Pindó Caratay. 


Cuando la naturaleza se enfada 

Hay veces –dijo el abuelo a su nieto-que la naturaleza parece como si se enfadara: el mar, que hasta ese momento estaba tranquilo, ahora se agita, se pone bravío y las olas chocan contra las rocas de la costa dejando una estela de espuma blanca. 
Otras veces una montaña desde las profundidades de la tierra, arroja piedras incandescentes y lava a la superficie. En algunas ocasiones la corteza terrestre se agrieta, todo se mueve y las casas y cuanto hay en la superficie se destruye o se deteriora según la intensidad del temblor de tierra. __  ¿Sabes cómo se llaman estos fenómenos de la naturaleza? __  Sí –respondió su nieto-. Cuando sopla muy fuerte el viento sobre el mar, se produce una tempestad. Una montaña que arroja lava es un volcán. Y cuando la tierra tiembla es un terremoto. __  Bien –dijo el abuelo-. Además de esto, se me olvidaba decirte también, los daños que producen las lluvias torrenciales cuando se desbordan los ríos; ahora bien ¿tú crees que todos estos fenómenos de la naturaleza son inevitables? __  Pues yo creo que sí, que no se pueden evitar. __  Cierto, es así. Siempre han existido, sin embargo, el modo de vida en nuestra actual civilización ha aumentado los perjuicios de estos fenómenos a causa del cambio climático. __  ¿Qué es el cambio climático, abuelo? __  El cambio climático es la respuesta de la naturaleza cuando se le trata mal; entonces ella responde mal…es como si se enfadara mucho más que en tiempos pasados; es decir, la naturaleza reacciona de modo distinto al habitual, cuando se le molesta arrojando a la atmósfera excesivos gases contaminantes; cuando se vierten a los ríos y a los mares desechos, petróleo y basura; cuando no se depuran las aguas que van a parar al mar o a los ríos; cuando se talan excesivos árboles de las selvas y los bosques provocando la desertización de la tierra y tantas y tantas agresiones a la naturaleza, que no tiene más remedio que reaccionar de forma distinta a como lo ha hecho siempre. __  Ahora ya comprendo, abuelo, porqué se produce el cambio climático. __  Y ahora te voy a hacer otra pregunta: ¿a quién afecta más estos perjuicios cuando la naturaleza se enfada? –dijo el abuelo. __  Yo creo que a todas las personas, abuelo. __  Es cierto. A todas las personas, pero sobre todo a los países más pobres. __  Es verdad –dijo el niño-. A veces veo en la televisión las víctimas que causan los terremotos o las riadas, sobre todo, en los países pobres de Asia o África. __  Efectivamente, los países que más agraden a la naturaleza son los países más ricos, cuyas consecuencias negativas, las sufren más los países pobres. Fin 

Cuento lírico

Había una vez, un planeta que envejecía, junto a él, cada uno de sus habitantes.
Los árboles perdieron sus hojas. Las flores dejaron de abrirse.
Los animales optaron por abandonarse al eterno letargo y aquellos llamados hombres, lucían barbas blancas y con arrugas teñían sus rostros faltos de dentadura, impidiéndoles alimentarse.
El mar, cubierto por una gruesa costra salada. La tierra seca, porque hasta el agua estaba vieja.
La Cordillera, un montículo de escasa altitud y el sol en el mejor de los casos, alumbraba en penumbras. Todo moría, el ocaso tocaba las puertas al mismo tiempo, sin reservas…Parecía ser el último de los anocheceres, porque ni la oscuridad lograba ser completa.
Un anciano, enjuto, de rasgos marcados y ojos secos se puso a rezar, pero nada cambió. Otro, de largos y canos cabellos entonó una canción asemejando un adiós. Apenas, lograba amanecer, en su último esfuerzo el agotado sol.
Fue una mujer de rostro caído y parpados cansados, quien comenzó a recitar los últimos versos prácticamente olvidados en el sepulcro de su memoria. Recitó con los ojos cerrados. Pestañeó, el sol entibiaba sus huesos. A lo lejos, un lirio lila apuntaba al cielo. Lloró de alegría y la tierra humedecida por su llanto comenzó a cobrar vida. Todos la acompañaron en un poema sin autor.
La poesía salvó al mundo, “a ese”, que al olvidarse de ella, obtuvo a cambio el olvido de la vida.
Aprendieron, que la casa del alma vibra y el poeta es el eco de la naturaleza. El auténtico instinto de supervivencia.

"Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero."

Sabiduría indoamericana

"Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos"

Rabindranath Tagore 

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